… y es verdad lo que los sueños me responden
aún dormido
cuando te veo caminar allá, a lo lejos.
Te acercas lentamente, paso a paso
con mirada cómplice que asoma entre tus párpados.
Te acercas poco a poco, insistente
hasta alcanzar con mis manos impaciencias
y así, a la altura del deseo y la ternura
esos sueños que agotados me rodean
huyen de las luces de la aurora
invitando otra vez y otra noche
a agotar en mi vida la esperanza
de aquel lugar, aquella tarde
aquella calma, rodeando con abrazos y mis brazos
tu cintura juvenil, tus labios que me abrasan
y tus manos codiciosas en mis brazos
exigiendo, reclamando, despertando,
deseando, compartiendo.
Los sueños huyen, la mar en calma
el día vuelve, mi vida… avanza.
Francisco E. Vila (A Coruña, 26-11-10)
4 comentarios:
Hola Francisco, que hermoso poema, yo desearía que al despertar mis sueños no se fuesen, que volviesen como las olas a la playa, poder atraparlos en mis manos y no se escurriesen como el agua, sigue escribiendo amigo es un placer leerte, abrazos.
Querido Francisco:
Bonito poema donde reflejas el mundo de tus sueños, que “agora” con la aurora se van agotados, pero con el retornar del día, vuelve tu vida y… “agora,” tú sigues avanzando.
¡¡Precioso!!
Besos.
Gracias Mega, también es un placer seguir teniéndote conmigo.
Un gran beso.
Maruja, por tus poemas, sé que tú sabes que hay, siempre, que seguir avanzando.
Besos.
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