lunes, 18 de noviembre de 2013

PRESTIGE=Prestigio ?


 
 
 
 
 

 
 
Esto lo escribió un compañero y colega, un amigo. Hago mías sus palabras.     
 
 
 
ONCE AÑOS

Once años han pasado desde que la bestia vomitara su bilis negra, inundando nuestro mar y nuestra costa de tristeza, dolor, muerte y desolación.
Los señores de las puñetas, después de haber estudiado 3 carreras, 25 masters y 5 doctorados, se disponen a juzgar. Han tardado 11 años en dictar sentencia.
        Resultado: "NO HA PASADO NADA".
        Para obtener semejante conclusión no era necesario tanto esfuerzo, tanto tiempo, tanto gasto, ni tanto pensar y razonar. Lo podían haber dicho hace 11 años.
Los políticos son inmunes, intocables, inviolables, impunes, invulnerables, indiferentes e inteligentes y, por tanto, se van de rositas.
        La compañía aseguradora y armadores, idem de lienzo. Barra libre para que el próximo (¡ojalá  que nunca haya un próximo!) pueda hacer lo que quiera.
10.000 de las 63.000 toneladas vertidas siguen en SOGARISA (As Somozas) en espera de tratamiento porque se necesitan casi 2 millones de  euros para tratarlas.
      Somos 11 años más pobres, 11 años más viejos, 11 años más expertos  y 11 años más desconfiados y desesperanzados.
Podemos estar tranquilos, la Justicia ha redactado miles de folios y ha llevado a cabo su trabajo, sentenciando: "NO HA PASADO NADA".
      Las banderas de conveniencia son auténticos parapetos y trincheras en las que los forajidos campan a sus anchas y están a salvo de cualquier tipo de exigencia internacional y de toda culpa.
      El dinero abre surcos en el mar, auténticas autopistas que van dejando autopsias físicas y naturales, a las personas, animales y al planeta.
Estamos vendidos, a expensas de lo que cuatro potentados y patentados quieran hacer.
     Yo, ingenuo de mí, creía que los piratas, bucaneros, corsarios y filibusteros eran cosa del pasado. Siguen existiendo. Han cambiado la pata de palo, el garfio y el parche en el ojo por la corbata de seda, los gemelos dorados, la limusina y el helicóptero en el jardín de su mansión. Antes olían a sudor, ahora cada gota de su perfume vale un potosí.
    La tragedia costó al Estado 4.000 millones de euros. La culpa es de Galicia por tener mar y no apartarse.
     ¿Dónde están los culpables? ¿Dónde están los responsables? ¿Hay alguien ahí?
 
 
Santiago Rodriguez Pérez, Noviembre 2013