El reloj del salón acaba de avisar que es la una de la madrugada ¡¿Qué mejor hora para recordar un poema que escribí un 19 de Abril del 2003, antes de irme a dormir?! Espero, como siempre, que os guste y si no, me lo decís y tan amigos.
Los sueños son...
Y me contestan...
¡Sólo son sueños!
Los sueños
marcan el latir de la vida
en el corazón de la mente
Los sueños
son los besos de la luna
en el corazón de la estrellas
Los sueños
son la razón infinita del destino
en el corazón sincero de la duda
Los sueños
son el agua del desierto
en el corazón sediento del amante
Los sueños
sólo son sueños
en la mente estéril de los celos
Sólo son sueños
en las manos frías de caricias
Sólo son sueños
en los ojos huecos de colores y alegrías
Sólo son sueños
en las noches ciegas de tinieblas
Los sueños
son la luz
en un mundo oscuro
fracasado y hueco
Sólo son sueños
en los sueños
del corazón del miedo.
Francisco Vila (De "Memorias de un poeta inédito", A Coruña 2003)
Y me contestan...
¡Sólo son sueños!
Los sueños
marcan el latir de la vida
en el corazón de la mente
Los sueños
son los besos de la luna
en el corazón de la estrellas
Los sueños
son la razón infinita del destino
en el corazón sincero de la duda
Los sueños
son el agua del desierto
en el corazón sediento del amante
Los sueños
sólo son sueños
en la mente estéril de los celos
Sólo son sueños
en las manos frías de caricias
Sólo son sueños
en los ojos huecos de colores y alegrías
Sólo son sueños
en las noches ciegas de tinieblas
Los sueños
son la luz
en un mundo oscuro
fracasado y hueco
Sólo son sueños
en los sueños
del corazón del miedo.
Francisco Vila (De "Memorias de un poeta inédito", A Coruña 2003)
1 comentario:
Gracias Francisco por leerme en silencio. Yo también leo todo lo que insertas en tu blog porque me encanta todo cuanto escribes, y al igual que a ti me dan las horas en el ordenador porque creo que es un sueño, como bien describes en tu poema, lo que ha pasado con mi hombro, lo perdí por negligencia médica. Ya veré si en Madrid o Barcelona pueden hacer algo por él. Lalo aún no lo sabe. Un beso de Maruja
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