Teatro José de Alencar
Fortaleza (Brasil)
Desde mi humilde nivel y categoría en el teatro, quiero y deseo ofrecer un pequeño homenaje a un gran profesional y gran persona, que me hubiese gustado conocer y disfrutar, pero los caminos y las rutas de la vida nunca siguen los mismos pasos que los deseos. Sólo con y en la poesía puedo conseguir y llegar a donde deseo. Y con estos versos llego a su lado y se los ofrezco. A ti Manuel, a ti maestro.
Jardín de los Dondiego
Jardín de mis deseos
Jardín de miles de flores
que alfombran paso a paso mis desvelos
Jardín de las flores de Dondiego
las rojas y las blancas, las amarillas saludan a las sombras
despojándose del velo.
Jardín sumido en mágicos senderos
Jardín que arrancas de mis sueños versos del tiempo
palabras clave, que sólo a mí
acercan a los cielos
Venid a mí bardos, aedos... en fin, poetas
Que las miradas azules del Dondiego no empañen mis ojos
y me impidan ver el sol
que se alza en la mañana
volando lento sobre la escarcha
y las hojas
atravesando las lágrimas del cielo
Jardín que cuido hoja a hoja
rama a rama
flor a flor
del Jardín de las flores del Dondiego.
Francisco Vila (A Coruña, 2007)
Fortaleza (Brasil)
Desde mi humilde nivel y categoría en el teatro, quiero y deseo ofrecer un pequeño homenaje a un gran profesional y gran persona, que me hubiese gustado conocer y disfrutar, pero los caminos y las rutas de la vida nunca siguen los mismos pasos que los deseos. Sólo con y en la poesía puedo conseguir y llegar a donde deseo. Y con estos versos llego a su lado y se los ofrezco. A ti Manuel, a ti maestro.
Jardín de los Dondiego
Jardín de mis deseos
Jardín de miles de flores
que alfombran paso a paso mis desvelos
Jardín de las flores de Dondiego
las rojas y las blancas, las amarillas saludan a las sombras
despojándose del velo.
Jardín sumido en mágicos senderos
Jardín que arrancas de mis sueños versos del tiempo
palabras clave, que sólo a mí
acercan a los cielos
Venid a mí bardos, aedos... en fin, poetas
Que las miradas azules del Dondiego no empañen mis ojos
y me impidan ver el sol
que se alza en la mañana
volando lento sobre la escarcha
y las hojas
atravesando las lágrimas del cielo
Jardín que cuido hoja a hoja
rama a rama
flor a flor
del Jardín de las flores del Dondiego.
Francisco Vila (A Coruña, 2007)
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