domingo, 8 de mayo de 2011

Doblé la esquina del destino...

The Garrison Walk, St. Mary's
John Brett (1873)



Doblé la esquina del destino
dos calles más abajo de mi vida
y al dar la vuelta me retuvo
el ansia audaz de cambiar de rumbo.

Doblé la esquina de una calle
con farolas ciegas y gatos chungos
con ratas grises de voz chillona
en charcos sucios de lluvia ácida.

Doblé la esquina de otro día
sin calles ni aceras
donde quedaron grabadas mis huellas
en caminos secos de tierra baldía.

Y otra vez paso a paso
sin rumbo fijo
vuelvo a la calle que me abrió los ojos
donde me encuentro solo
sin retorno
sin nadie que me anime
a inaugurar la vida.


Francisco E. Vila (A Coruña, abril 2011)

1 comentario:

Maruja Quesada dijo...

Querido Francisco: he leído y releído tu poema y, encuentro mucha tristeza en él.¿Me equivoco?

A veces, los poetas, expresamos nuestros más hondos sentimientos
en horas bajas.

Tú, doblas las esquinas...
Yo, ando por calles siniestras...

Desearía doblar tus esquinas
de esas calles tan yermas
asida de tu mano, amigo, y
retornarte a una vida nueva.

Un beso, con todo mi afecto.