lunes, 9 de marzo de 2009

De repente el silencio



De repente el silencio
la respiración se corta
la vida pende del alma
los sueños se amontonan
la existencia fluye a borbotones, impetuosa
la sangre se detiene
el corazón espera
la paz y la calma avanzan.

Ya es tarde, quizás muy tarde
demasiado pronto tal vez.

Aún estoy
¿Y tú?
¿Dónde estás?
Jamás volverás, lo sé
mis manos nunca más tocarán tu piel
y mis labios buscarán la brisa
que seca tu llanto
arremolinando el velo
que roza tu boca en silencio
tu boca
que grita y me llama
que gime y reprocha
¿Por qué? ¿Por qué?
¿Por qué te fuiste?
Mi bien, mi vida
¿Por qué cediste?

Me quedo sola, me dejas sola ¡Espera!
¡No te vayas!
¿Por qué no respondes?
¿Por qué no lo impedí?
Al fin te fuiste.
Finalmente me fui.

Muy pronto se agotará el día
y en aquel lugar del primer encuentro
seremos de nuevo extraños
tu y yo
otra vez.

Francisco Vila ("De repente el silencio", poema. A Coruña 2005)


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