La noche ha caído sobre la vida
las luces del destino han agotado su aceite eterno
el aliento cálido de la garganta fresca ha expirado su último suspiro
el valor del corazón guerrero se ha convertido en recuerdo.
Francisco Vila ("Ebernach, las memorias de un druída errante",
libro de poemas. A Coruña 2002)
las luces del destino han agotado su aceite eterno
el aliento cálido de la garganta fresca ha expirado su último suspiro
el valor del corazón guerrero se ha convertido en recuerdo.
Francisco Vila ("Ebernach, las memorias de un druída errante",
libro de poemas. A Coruña 2002)
3 comentarios:
Gracias por tu visita.
Aunque ahora dispongo de muy poco tiempo, no quise dejar de devolverte la visita y ya que me lo pides, darte mi opinión sobre tu blog. Me parece fantástico, la diferencia que existe con el mío es que tú eres el autor de los poemas en el tuyo y yo simplemente pongo los de otras personas.
Te añadiré a favoritos para pasar por aquí siempre que pueda.
Un saludo
Me hierve la sangre celta por mis venas,SI...la siento recorriendo mi cuerpo ,como quién recorre caminos buscando tesoros,como si fuese la dueña de la noche,
poseida por la magica Luna.
Nos veremos el Viernes
Besos
Gracias por ese segundo comentario que me llevó al primero y que más tarde me condujo hasta aquí.
Por mis playas no hay pisadas que abandone yo a la indiferencia y, más tarde o más temprano, siempre acabo galopando tras ellas antes de que el mar las devore. No en vano, si algo he descubierto después de varios años pululando por la blogsfera, es que esas pisadas siempre me transportan a mundos nuevos, nuevos paisajes.
Aquí me tienes, rendida al nuevo mundo que se extiende ante mis ojos y que yo también observo con humildad.
Te sigo...
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