lunes, 2 de julio de 2012

CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO


 Ophelia
John Everett Millais 



El pasado 29 de junio fui invitado por el Centro de Información a Muller del Concello de Ferrol y en su nombre por su directora, Dolores Cervera (a quién se lo agradezco sinceramente), a aportar un manifiesto y un poema en Contra de la Violencia de Género. Acababa de morir (o ser asesinada) en una calle del concello de Narón, justo al lado de Ferrol, Iria García Bouza, la última victima hasta aquel día (hoy ya hay más) de la Violencia de Género. Cuatro cuchilladas recibió. Y esto fue lo que yo leí:




Manifiesto contra la violencia de género (Ferrol, 29 de Junio de 2012)



Hace unos días leí, que en el 2010 se produjeron en España 3.145 suicidios (2.456 eran hombres y 689 eran mujeres). Las organizaciones de separados afirman que esta diferencia se debe en buena parte a que las leyes sexistas impuestas por el feminismo radical sojuzgan brutalmente al varón, lo asfixian económica y socialmente, y le impiden relacionarse con sus hijos. Año 2010. Es triste, muy triste el número de suicidios, sean de hombres o mujeres, de niños o de niñas, de ancianos o de ancianas, de marginados o de marginadas, de trabajadores o de trabajadoras, de parados o de paradas, de amas de casa o de… Es muy triste que muera gente, es muy triste que personas se suiciden, pero marcar diferencias del número y las razones del suicidio por razón de sexo sobre todo en un país, en una sociedad que va saliendo, a duras penas, treinta y seis años después (que puede parecer mucho tiempo, pero es demasiado poco para cambiar costumbres muy arraigadas), de una educación que durante siglos y siglos nos enseñó que el hombre (el Hombre) era superior al resto de los seres vivos de este planeta. Una sociedad en la que se educaba a la mujer para ser madre, sirvienta y esclava del marido. Una sociedad en la que la mujer, prácticamente, no tenía derecho alguno, ni acceso a la educación superior, ni a la igualdad en el trabajo. Que no tenía derecho ni posibilidad de acceder a puesto de relevancia en ningún estamento socio-político-religioso. Una sociedad en la que cuando se hablaba de la mujer siempre sobresalía el papel de la madre y como mucho el de la hermana, pues lo que eran  o hacían las demás mejor no mencionarlo. Una sociedad en la que el hombre era dueño, amo y señor, fuera y dentro de la familia. ¿De qué leyes sexistas impuestas por el feminismo radical hablamos? Sin ir más lejos, que se lo pregunten a los biógrafos de Rosalía de Castro, ahora esa gran mujer y valorada poeta. Que le pregunten el cómo y el por qué de su infancia. Y a Concepción Arenal, qué ocurrió con sus ideas, o a Emilia Pardo Bazán, las consecuencias de su espíritu indomable. Y a tantas otras mujeres, cómo habría sido su vida si hubieran sido hombres.
Desde comienzos del SIGLO XXI: 767 mujeres han perdido la vida a manos de sus señores feudales: maridos, novios o compañeros sentimentales (¿Sentimentales?). En lo que va de año ya van 30. Dejemos de quejarnos como niños con miedo a la oscuridad, seamos personas, seamos seres humanos racionales, lógicos, libres. Seamos seres humanos que queremos demostrar que sabemos amar, sin exigir la vida. Que sabemos vivir sin destrozar la vida ajena. Que creemos en la libertad, libertad de ser todos iguales y distintos, pero con los mismos derechos a vivir y disfrutar de la vida, de nuestra única vida. Nadie puede estar por encima de nadie en el derecho a la vida.
Hoy, 29 de Junio de 2012,  aumenta la cifra a 36 personas muertas por violencia de género y el doble si sumamos las agresiones, sin muerte,  por la misma causa. Seis mujeres más, asesinadas ¿Por qué? me pregunto ¿Por qué?
“HAGÁMONOS LIBRES DE UNA VEZ POR TODAS”.


Francisco E. Vila






 Ophelia (detalle de la obra)
John Everett Millais






Por último, leeré un poema que terminé hace poco, antes de saber que iba a ser invitado a este acto y que creo que encaja perfectamente en el espíritu del mismo. Está dedicado a todas las mujeres en general y además, hoy quiero dedicárselo en particular con todo mi dolor y mi cariño a una mujer que aparte de haber sufrido una muerte absurda,  por cercanía nos duele aún más. Este poema se lo dedico a Iria García Bouza, que murió a consecuencia de cuatro cuchilladas, a los 28 años, casi sin haber vivido, en una calle de Narón.



A ti, mujer…



A ti, mujer
baño de oro y plata
alma de hojalata
y piernas de marfil.

A ti, mujer
brazos de azabache
labios de uva fresca
y dientes de rubí.
A ti, mujer
que siempre has dado todo
lo que yo jamás pensé
ni nunca di.

A ti, mujer
pechos agostados
útero inflamado
y sueños baladí.


A ti, mujer
que albergas la vida
animas la lumbre
y callas por mí.

A ti, mujer
madre y culpable
leche y vinagre
ser y no ser nunca feliz.

A ti, mujer
dulce y arisca
seda y esparto
rojo y añil.

A ti, mujer
victima insaciable
mujer de la calle
y dama noble en cubil

A ti, mujer
que osas ser mía al ocaso
y al alba  lloras
y clamas por mí.


A ti, mujer
madre infinita,
esclava de una y de mil noches
señora de mi casa
que anhelaste ser gaviota, sin alas
con las que poder huir.

A ti, mujer, este homenaje
de unos pocos versos, un poema
y mil gracias mil.


Francisco E. Vila
(Junio 2012)