miércoles, 8 de diciembre de 2010

martes, 30 de noviembre de 2010

A veces desearía preguntarte... (y III)

Muchacha ante el sol al amanecer
Caspar David Friedrich


A veces desearía preguntarte
si en tus sueños vivo yo... como yo te sueño
A veces desearía preguntarte
si tus besos son los besos que habitan mi memoria
A veces desearía preguntarte
si mis lágrimas inundaron tus campos de amapolas
A veces desearía preguntarte
si acogida en mi regazo derramé el calor que aún me agobia
A veces desearía preguntarte
si a lo lejos, en las noches, tu mirada ilumina mi retorno
A veces desearía preguntarte
si al oído del silencio aún me oyes
A veces desearía preguntarte
si extendiendo mis abrazos en el aire
aún te abrazo como el aire entre las flores
A veces desearía preguntarte
si aquella noche al romper el mar salpicó tus besos
y hoy, que lejos quedó el mar, ya están secos
A veces desearía preguntarte
si en aquella noche se abrió el cielo al clamor de mis deseos
o compartimos las estrellas ciento a ciento
A veces desearía preguntarte
y descubrir por fin
si aquello que soñamos una vez, fue real
o realmente fue un sueño.

Francisco E. Vila
(De la trilogía "La mentira en los ojos de los sueños", A Coruña, Noviembre 2010)

miércoles, 24 de noviembre de 2010

A veces siento... (II)

Hans Anderson Brendekilde





A veces siento tu mano
buscando apoyo en la mía
A veces siento tu voz
como un susurro que se pierde arrastrándose en mi pecho
A veces creo verte
en las sombras de las hojas que amanecen con la brisa
A veces es la brisa que huye
y oigo mi nombre reclamándote a lo lejos... en el viento
A veces es el mar
con las olas en la playa... que me inspiran tu reflejo
A veces es la lluvia
que moja mis labios... como besos que me duelen
A veces es el sol
con su luz... que ilumina tu mirada
A veces es la noche
asentándose en tus párpados... que se cierran en mis sueños
A veces sueño, otras veces siento
casi siempre escribo verso a verso
esta bella historia de amor
que me duele... escondida en un recuerdo.

Francisco E. Vila
(De la Trilogía: "La mentira en los ojos de los sueños", A Coruña, Noviembre 2010)

jueves, 18 de noviembre de 2010

A veces creo... (I)



A veces creo que te tengo en mi regazo
y miles de flores parlotean entre tus manos;
el aire sufre el dolor de mi rechazo
cuando los pétalos se inundan de mis abrazos.

A veces creo que mis suspiros son tu aliento
y la sensación de frío que golpea contra mi pecho
son tus caricias que se alejan como el viento
perdido en la lejanía de un lamento.

A veces creo que no vivo, que estoy muerto
que tu no existes, que nunca has sido,
que fue un invento de crear un cielo en esta vida
¡Maldito Infierno!
donde sin ti no soy, ni fui, ni hubiera sido
y tal vez nunca volveré a creer que tú,
que aún no has vuelto,
jamás te has ido.


Francisco E. Vila (O Barro, 6-11-10)

martes, 2 de noviembre de 2010

Si algún día...

Caminante sobre el mar de nubes
Caspar David Friedrich (1774-1840)




Si algún día lograras saber
cuantas veces he soñado que existías...

Si alguna vez se te ocurriese
acercarte a descubrir los misterios de mis dudas...

Si en algún momento alcanzaras a sentir
lo que yo siento...

Si alguna vez despertase
y no te encuentro
ni mil vidas bastarían a la muerte
para compensar tu existencia
sin la mía
ni la mía sin tenerte.

Si alguna vez despertase de mi sueño
viviría al fin deseando no perderte
desde un sueño en el que vivo y muero
en el que muero sin tocarte
sin sentir ni lo que siento
en el que vivo deseando no olvidarte
entre ráfagas de luz y sombras
que te ocultan en mi mente.

¿Dónde estás amada? ¡Vuelve!
Que mi sueño se convierte en pesadilla
cuando la distancia se despierta inmensa
y la ilusión, el dolor y el miedo
se adueñan de los últimos rincones
del gran salón de nuestro tiempo.


Francisco Vila (1-11-10)

martes, 26 de octubre de 2010

Instantes eternos


William Adolphe Bouguereau
Le Ravissement de Psyche




Quién no ha sentido
en un instante de su vida
retornar la vida en un recuerdo.
Dicen que antes de dejar la vida,
en un instante,
esa vida pasa rauda ante tus ojos.

Quién no tardó una vida
en descubrir o redescubrir el amor
y en un instante lo perdió.

Cuántos querían vivír
y estaban vivos
y en un instante, antes o después
se habían ido.

"Dame un instante de tu vida
y te haré feliz... "
cuántos han oído esta frase
y han dicho: ¡Te lo doy, es tuyo!
y un instante después: ¡... maldita sea, QUERÍA SER FELIZ!

Fue un instante antes cuando oí aquel silbido
fue quizás un zumbido y un instante después
un dolor punzante atravesó mi pecho
y en un instante de un instante
la obscuridad del sueño más profundo
inundó los sueños de un pasado
de un presente y un después.

Quién no lloró por los instantes perdidos
por los instantes ausentes,
momentos de momentos,
sueños imposibles de sueños inconclusos.
Quién no pensó alguna vez
que los instantes buenos o malos
reales o inciertos
dulces o crueles
sinceros, falsos o ingenuos
puedan llegar a convertirse
en un instante
... en eternos.


Francisco Vila (Octubre 2010)

jueves, 14 de octubre de 2010

A Manuel Alexandre. El Jardín de los Dondiego

Teatro José de Alencar
Fortaleza (Brasil)



Desde mi humilde nivel y categoría en el teatro, quiero y deseo ofrecer un pequeño homenaje a un gran profesional y gran persona, que me hubiese gustado conocer y disfrutar, pero los caminos y las rutas de la vida nunca siguen los mismos pasos que los deseos. Sólo con y en la poesía puedo conseguir y llegar a donde deseo. Y con estos versos llego a su lado y se los ofrezco. A ti Manuel, a ti maestro.



Jardín de los Dondiego
Jardín de mis deseos

Jardín de miles de flores

que alfombran paso a paso mis desvelos

Jardín de las flores de Dondiego

las rojas y las blancas, las amarillas saludan a las sombras

despojándose del velo.

Jardín sumido en mágicos senderos

Jardín que arrancas de mis sueños versos del tiempo

palabras clave, que sólo a mí

acercan a los cielos

Venid a mí
bardos, aedos... en fin, poetas
Que las miradas azules del Dondiego no empañen mis ojos

y me impidan ver el sol

que se alza en la mañana
volando lento sobre la escarcha
y las hojas
atravesando las lágrimas del cielo
Jardín que cuido hoja a hoja

rama a rama

flor a flor

del Jardín de las flores del Dondiego.


Francisco Vila
(A Coruña, 2007)

A José Saramago. Cuánto vale el tiempo.

La vieja máquina de José Saramago



Si alguien me preguntase alguna vez que, como escritor, a quién me gustaría parecerme, contestaría que a mí mismo, con todas mis limitaciones y carencias. Y de esta forma evitaría susceptibilidades de nadie. Pero si me preguntasen a quién he admirado, por carácter, por tesón, por firmeza y convicción, por saber hacer y escribir, por imagen y por cojones (y perdón por la palabra), he admirado a José Saramago. Y por qué, pues no puedo asegurarlo, pero sé que desde el primer día que lo descubrí supe de inmediato que era una gran persona, un escritor sincero y un sincero escritor. Y a él, a José Saramago le dedico estos versos.






Cuánto vale el tiempo
qué moneda paga el peso de los días
qué jaula de oro envuelve al cuco
y el tic-tac
en el silencio de la noche
quién lo vela
y cuánto cuesta.

Quién tiene el tesoro
y las treinta monedas de oro
para pagar los rizos dorados del cielo
cuando se duerme y descansa
el último lucero.

Cuánto vale el tiempo
que surca cada arruga en la frente
y en los ojos
la mirada ausente
flanqueada de abanicos que se abren
y se cierran
cuánto cuesta.

Cuánto vale el trino del jilguero
en el desierto.
Cuanto vale el silencio del desierto
en esta tierra llena de gritos
y lamentos.

Cuánto vale el tiempo
quiero comprarle
el sol caliente del verano
como regalo
al invierno.

Francisco Vila (Del libro de poemas "El Corazón del Tiempo")

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Gotas de rocío

Pretty girl
William Paxton




Gotas de rocío
invaden las comisuras de tus labios
indagando el sabor de tu mirada
y una sonrisa aislada
intuye el dolor
que asoma entre tus cejas.
Una sensación cruel
se instala entre tus dientes
que se tensan y callan.
¿Es así el amor?
¡Y después pasa!

Francisco Vila (De "El Lenguaje Sutil", A Coruña, junio 2006)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Si sólo tres lágrimas...



Sirva este poema como mi humilde homenaje a un gran hombre de vida y gran hombre de letras, José Saramago. Que estos versos ayuden a cincelar su recuerdo.






Si sólo tres lágrimas bastasen
para llorar el silencio de unos ojos
que miran sin ver
y ven sin saber lo que miran... !

Si sólo dos lágrimas compensasen
todo el odio y rencor
acumulado en el día a día
de nuestra vida... !

Si sólo una lágrima sirviese
para dar a entender el dolor
de todo el dolor
que duele una vida... !

Pero ya no (me) quedan lágrimas
para apagar el fuego de la ausencia
ausencia de dolor hacia el dolor
de odio hacia el rencor
de ausencia de voz hacia el silencio.
Ya no (me) quedan lágrimas
que sirvan para llorar el rostro infantil
que se ahoga en sus propias lágrimas
allá en un mundo lejano, ajeno
en el fin de las distancias de las fiestas
y el recreo.
Ya no (me) quedan lágrimas y aún así
las seguiremos ignorando y viendo.

Francisco Vila (A Coruña, Septiembre 2010)

jueves, 19 de agosto de 2010

Cierro los ojos y sueño...

Francine van Hove






Cierro los ojos y sueño
sueño verdes praderas
como un mar de olas verdes
transparentes, a veces blancas
a veces negras.

Cierro los ojos y sueño
sueño veleros de velas blancas
que vuelan al viento
de viento alardean.

Cierro los ojos y sueño
sueño gaviotas de un cielo
que gritan, chillan al llamarse entre ellas
vuelan y chillan al volar sobre la arena.

Cierro los ojos y sueño
sueño instantes de cualquier momento
sueño caricias que llevo dentro
y recuerdos amables que se hacen breves.

Cierro los ojos y sueño
sueño domingos con la luz de la mañana
y lunes dormidos, oscuros
y martes que son más claros
y así uno tras otro las sombras
se van iluminando.
Y esos días con noches, con tardes
tras el trabajo, al llegar
deseaba ver tu sonrisa, oír tus quejas;
y después en silencio en mis brazos
en tus abrazos
susurrábamos bajo las sábanas.
Y en aquel oasis con palmeras, todo verde
y un estanque
nos bañábamos desnudos
jugando a ser amantes.

Cierro los ojos y sueño
sueño los instantes de un tiempo
intemporal, efímero, eterno
que para el hoy no me vale
para el ayer ya se ha muerto
y mañana aún es pronto
para volver a soñar, otra vez
instantes de nuevo.


Francisco Vila (A Coruña, Junio 2010)

miércoles, 2 de junio de 2010

Enamorarse es...

The painters of honeymoon
Lord Frederick Leigthon





Hace unos días entré en el blog de una amiga y pude descubrir un poema de Mario Benedetti, que obviamente no conocía, "Enamorarse y no". Y de esa lectura surgieron estos versos de mi antepenúltimo trabajo. Ya me diréis si os ha gustado.






Enamorarse es...
aferrarse a la vida sin fronteras
conquistar una isla en mar abierto
alcanzar una estrella sin quemarse.

Enamorarse es... vivir
absorber de la tierra sus secretos
despertar de nuevo a la mañana
e inundar de luz los ojos entreabiertos.

Enamorarse es... morir de alegría
al sentir tu mirada en la mía
caminar sobre el frío al abrirse la mañana
y sentir el aire susurrándote al aliento.

Desenamorarse es... morir
morir y despertar al día de nuevo
y sentir temor cuando el sol ya te despierta
y cerrar los ojos para no ver cuando anochece.

Desamor es...
la mirada que se pierde entre las sombras de la noche
buscando el sentido a los llantos y gemidos
buscando el sentido
a los días huecos y cansinos
buscando el sentido
a los sueños que se pierden en los silencios
que buscan el sentido a los sueños que se pierden.

Amor es... la compensación del equilibrio
lo que cada uno piensa
y lo que todos sienten,
es el universo de la nada
que se llena lentamente
a borbotones
de galaxias y planetas.

Amor es... el big bang de los sentidos,
es la locura cuerda,
la mirada irreflexiva,
es la noche
en un mundo de luciérnagas,
es el día
en el reino de la vida,
es la mirada intemporal
de la luna en su reflejo.

Amor es...
tú y yo, yo y tú
los dos
el ahora en manos de los hados
y el futuro
en manos del dios del tiempo.


Francisco Vila (A Coruña, mayo 2010)

miércoles, 26 de mayo de 2010

Si alguna vez quieres saber...

Marina nº 4
Chuca Garrote





Si alguna vez quieres saber lo que siento
mientras la música penetra en mis sentidos
e inunda de notas mi cerebro
cierra los ojos y escucha el canto de la alondra
al rasgar el alba las sombras de la noche.

Si alguna vez quieres saber cómo me siento
baja al río, al lago o al mar
e intenta coger el agua con tus manos.
Siente entonces en ellas el frío y la humedad de las gotas
perderse entre tus dedos
caer al suelo gorgoteando escandalosas en la hierba
o en silencio comedidas en la arena de la playa.

Si alguna vez quieres saber en qué lugar me encuentro
al oír la música penetrando entre mis venas
alza el vuelo con la garza o la cigüeña
y allá donde descansen, aún más lejos
donde el viento sople y resople entre las velas de un velero
allá estaré yo susurrando a las estrellas...
no os vayáis, quedaos, amo la noche
permitid a la luna que se quede
dejadme a las sombras
a los sueños y al recuerdo.



Francisco Vila ("Inacabada". A Coruña, diciembre 2008)

martes, 18 de mayo de 2010

Te he necesitado... tanto


Estudio en verde y negro, 1906
John White Alexander







Te he necesitado tanto
tanto he notado tu ausencia
tanto he pensado en ti.
Aquellas tardes inciertas
las he añorado tanto
aquellas noches de sueños
los besos suplicantes
las caricias apremiantes
tu mirada a través de tus lágrimas
tus gemidos en el silencio
las promesas en la nada.
Tanto he insistido al tiempo tu regreso
tanto he soñado nuestro sueño, tanto
que hasta me duele en el alma tu olvido.




Francisco Vila (A Coruña, Nadal 2009)




lunes, 26 de abril de 2010

¡¿Que no viva del recuerdo?!

Miranda
John William Waterhouse




¡¿Que no viva del recuerdo?!
me adviertes...
si el presente es recuerdo

al instante de perderse.

¿Que yo viva del recuerdo

me censuras?

si el presente se me escapa ante mis ojos

sin fisuras.

¿Que yo viva del recuerdo

me criticas?

si el presente es impaciencia

cuando llamas a mi puerta.
¿Que yo viva del recuerdo

te sorprendes?

si el presente, ya lo dije,

se me fue cuando te ausentas.
¿Que yo viva del recuerdo

me murmuras?

si el presente es un susurro

al oído de la espera.

¿Que yo viva del recuerdo

me reclamas?

si el presente ya está ahí

y ahí estaba.

¿Que yo viva del recuerdo
me recuerdas?

si el futuro será recuerdo algún día

el presente ya es recuerdo en mi vida
y el recuerdo se hace eterno

como eterna se hace el alma del poeta
verso a verso en mis poesías.



Francisco Vila

(A Coruña, "¡Que no viva del recuerdo... ", A coruña, abril 2007)

martes, 20 de abril de 2010

Es el silencio...

John William Godward




Es el silencio
la espera
que precede a los recuerdos.

Es el silencio
la puerta
que conduce a la memoria.

Es el silencio
la clave
que esconde los secretos.

Es el silencio
el sueño
que duerme los momentos.

Es el silencio
el destino
del dolor de las palabras huecas.

Es el silencio
el espacio
donde vuelan los planetas.

Es el silencio
el lamento
del dolor de las promesas.

Es el silencio
el murmullo
del fluir de las mareas.

Es el silencio
el aullido
de los lobos en la estepa...

y el romper de las olas en las peñas
el crepitar de las brasas en la hoguera
el chorreo de las aguas en las fuentes
y los pasos vacilantes en la hierba
el aplaudir alegre los aciertos
el rasgueo de las notas en las cuerdas
el discurrir de los ríos mar adentro.
El bramido del viento en las cumbres
donde reina la tormenta
el quejido del bosque por las noches
en los brazos de la niebla.
Es el silencio cuando grita el poeta
cuando llora el poeta
cuando es parte y es dueño
de los versos cuando sueña...

¡Silencio!

está apunto de exhalar su último suspiro

¡Silencio!

la última voz

¡Silencio!

del arrogante eco.



Francisco Vila
(A Coruña, Abril 2010)


domingo, 4 de abril de 2010

Aquí estoy, he vuelto...

Semana Santa 2010




Aquí estoy, he vuelto. Se han acabado las vacaciones y os he echado de menos, espero que vosotros a mí también, por lo menos "un pouquiño". No os podría contar, con palabras normales, todo lo que ha pasado o dejado de pasar estos días. Por eso, creo yo, que la única alternativa que me queda es contarlo como mejor o peor sé hacerlo. Así pues comenzaré diciendo que...


he saludado sin recato
las arenas más puras
que ningún mortal ha contemplado...

he divisado a lo lejos
las montañas y los valles
de mis uno y mil sueños...

he concedido al descanso
la paz y la vida
que jamás me habría podido dar
ningún genio...

he volado en las alas
de grandes pájaros de fuego...

he admirado las nubes
y las he tocado
con la punta de los dedos...

me han cegado los rayos de mil soles
sin haberme quedado ciego...

he suplicado al destino un día
una hora, un instante
para poder disfrutar del tiempo...

he bajado a la tierra
como cualquier dios griego...

he navegado las aguas
de aquel eterno mar egeo
y he visitado a los dioses
que me han regalado su aliento...

he recorrido las calles
de las ciudades durmientes
y he aspirado los sueños
de las gentes en sus mentes...

he rozado las copas
de los árboles más altos
de los bosques del ingenio
y me he embriagado de ciencia
de cultura y de cuento...

Y al fin he llegado al final del principio del comienzo
y otra noche más y otro día
de nuevo aquí estoy
como siempre con mi pluma
con mi lienzo
y con todos los colores
del color de los recuerdos.

Francisco Vila
(Dedicado a Basurero Usurero. O Barro, 2 de Abril de 2010)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Me lees tus sueños...

Francine Van Hove



Me lees tus sueños
lees tus deseos, tus destinos
y tus cientos de ilusiones
alegre y triste
ansiosa y fuerte
débil y profunda.

Entre poema y poema
el humo del pitillo
va describiendo en tu rostro
el misterio
de las brumas mágicas del tiempo.

Sigues desgranando en versos
esos pensamientos de tus dudas
y aciertos
desnuda frente al silencio
con la atención y la intención
de llegar muy lejos.

Lees y lees
narrando los cuentos de una historia
de diez historias y un cuento
disfrutas disfrutando los versos
y yo en silencio te escucho,
me arrepiento del pasado
que recuerdan los versos,
del presente lejano, tan lejos,
del futuro perdido que busco
y no encuentro.

Me voy, lo siento
y tu silencio me olvida como yo lo intento
te oigo, cierro mis ojos y olvido los tuyos
que eran verdes, azules o tal vez,
no sé, quizá negros.

Francisco Vila
("Siempre, es un Adverbio de Tiempo", poemario, A Coruña 2002)

lunes, 1 de marzo de 2010

Por un beso...

Soledad
lord Frederic Leighton





Por un beso...
yo no sé lo que daría por un beso
cantó el poeta
por un beso
la inmensidad inmensa
daría los años perdidos de mi vida
daría las ilusiones fallidas
daría el ansia de los días
daría el desaliento de las noches
daría las lágrimas de la lluvia
al despertar por las mañanas
daría el aire de la brisa
y el último hálito de vida que me quedase.
Por el deseo de unos labios entreabiertos
y la cálida humedad de tu boca
daría parte de mi vida
la otra parte te la he dado
y sin embargo me ignoras.
Y ahora por un beso
yo no sé lo que daría
solamente
por un beso.

Francisco Vila
("Por un beso...". A Coruña, Febrero de 2010)

jueves, 25 de febrero de 2010

Después de ti...

Iris-van-Dongen



Hay el día y la noche, hay arriba y abajo, hay viento y hay brisa, hay un antes y un después, o quizás un nunca, o un tal vez. Hay tantas cosas en esta vida y tan poco tiempo para poderlas vivir, o quizás demasiado. Vosotros qué opináis?







Después de ti...
la sombra ondulada del viento
asombra al paisaje
creando
mil melenas desbocadas
miles de recuerdos inciertos.

Después de ti...
la noche ambientada en mil susurros
a ciegas
tiembla de emociones
de silencios de gritos
y ausencias.

Después de ti...
el infinito
y miles de colores
de distancias e infiernos.

Después de ti...
la nada
el miedo
los lamentos y los sueños.

Después de ti...
¿qué me queda después de ti?
las voces del eco
el desamor
y con los ojos empañados en lágrimas al alba
el despertar de un sueño.

Francisco Vila
("Después de ti...". A Coruña, Febrero 2010)

jueves, 18 de febrero de 2010

... casi un suspiro

Portrait of An Elegant Lady
Albert Lynch (1851-1912)





Seré breve, casi un suspiro
será un segundo de tiempo escaso
será un instante finito inmenso

¡Te Amo!

Y tú después tendrás la eternidad
para contestar en silencio.



Francisco Vila
(De "Siempre, es un Adverbio de Tiempo")

jueves, 4 de febrero de 2010

Laureano Quesada, "Llora tu pincel, pintor..."

La dama de la lluvia
Laureano Quesada




Cuando alguien nos deja es duro, cuando alguien nos deja sin avisar es todavía más duro porque parece que quedan tantas cosas por decir, tanto por compartir, tanto por realizar... Pero alguien dirá siempre, que es mejor irse así, que irse tras una larga y dolorosa enfermedad. Laureano Quesada era un artista, un pintor que pintaba poesía con sus pinceles, era un amante de su arte, era una gran persona (y no lo digo porque se haya ido, lo digo porque lo creo; con todos sus defectos, era una gran persona). Pero sobre todo era mi amigo, no de los de hace muchos años, pero desde el momento en que nos conocimos conectamos, y eso a veces vale más que el peso de los años de amistad. Anteayer, cuando llegué del ensayo con mis compañeros de teatro, recibí la noticia, la dura noticia de que Lalo se había ido. Ahora podría seguir escribiendo sobre él, sobre su obra y sobre mil cosas más, pero lo que más me llena y reconforta es que se ha ido un amigo y que antes de irse nos dejó su obra, su maravillosa obra. Y poder disfrutar a través de ella, de sus sueños, de su arte y de su amor reflejado en cada uno de sus lienzos. Este poema se lo escribí y dediqué hace ahora, prácticamente un año, cuando hablábamos de un fantástico proyecto en común. Quién me iba a decir entonces que aquella dedicatoria a toda una vida y un futuro dedicado al arte, la iba a utilizar ahora para despedirme de él. Lalo se ha ido, pero seguirá siempre conmigo.




Llora tu pincel, pintor
llora con colores de recuerdos y añoranzas.

Llora tu pincel

sobre lienzo de cristal opaco

donde el dolor lejano y el llanto se funden

entre brumas de miradas lánguidas.


Llora tu pincel, pintor

quién es la dueña de esas miradas

quién es la niña de tu añoranza

quién se refleja en los cristales

lienzos de la opacidad del alma.

Qué dolor guardan los paisajes en tus manos

y la juvenil mirada desde el balcón de la luna

que tus manos plasman.


Que tus pinceles pinten, pintor

que tus manos hablen y con tus ojos de ensueño

déjanos ver siempre y para siempre el Arte
a través de tus lienzos de cristal opaco.




En esta vida tener un amigo es tener un tesoro.

Tener un amigo artista es alcanzar los sueños.

A Laureano Quesada con toda mi amistad.

Francisco Vila. A Coruña, Nadal 2008.

domingo, 31 de enero de 2010

Tu cuerpo desnudo...

Liebesszene
Max Liebermann




Cuántas veces hemos pensado y nos hemos lamentado de lo "efímeros" que son esos "instantes efímeros". De lo limitado que es el tiempo, ese tiempo que dicen que no existe, que es relativo y que a fin de cuentas es un invento nuestro, tan dados que somos a medir y controlar todo. Por eso, según los científicos, en el espacio el tiempo no existe. Y como hay otros científicos que dicen que procedemos del espacio, vamos que no somos terrestres, eso me hace pensar en algunos instantes...





Tu cuerpo desnudo
mi cuerpo junto a tu cuerpo
entrelazadas las manos
el sudor simplemente se desliza al suelo.

Siento el calor de las llamas
me abrasan, me abrasas
mis labios en tus labios
mi lengua se moja sin decir nada.

Mis piernas tiemblan
tiemblan las rodillas
tiemblan mis brazos
mi boca tiembla, tiembla tu boca
tiembla el empeine de tu vientre
cuando mis manos te acarician
mis manos tiemblan.

Cierro mis ojos
cuando veo que los tuyos me provocan.

Me dirijo y te contemplo
con los ojos del deseo
mis ojos ciegos se concentran
en los mil rincones de tu cuerpo
y disfrutan
y seducen
y alcanzan las más altas cotas
del placer erótico del cielo
voy allá donde no puedo con mis manos
y mis besos
acaricio los sentidos de tu cuerpo
y tú mi cuerpo
y sufrimos la inmensidad infinita
de lo limitado que es el tiempo.

Tu cuerpo desnudo
mi cuerpo junto a tu cuerpo
unidos
en un abrazo eterno
en un instante efímero
en un instante ajeno
en un abrazo que supera al tiempo.

Francisco Vila
(Del poemario "Siempre es un Adverbio... A Coruña, 2002)