jueves, 14 de octubre de 2010

A José Saramago. Cuánto vale el tiempo.

La vieja máquina de José Saramago



Si alguien me preguntase alguna vez que, como escritor, a quién me gustaría parecerme, contestaría que a mí mismo, con todas mis limitaciones y carencias. Y de esta forma evitaría susceptibilidades de nadie. Pero si me preguntasen a quién he admirado, por carácter, por tesón, por firmeza y convicción, por saber hacer y escribir, por imagen y por cojones (y perdón por la palabra), he admirado a José Saramago. Y por qué, pues no puedo asegurarlo, pero sé que desde el primer día que lo descubrí supe de inmediato que era una gran persona, un escritor sincero y un sincero escritor. Y a él, a José Saramago le dedico estos versos.






Cuánto vale el tiempo
qué moneda paga el peso de los días
qué jaula de oro envuelve al cuco
y el tic-tac
en el silencio de la noche
quién lo vela
y cuánto cuesta.

Quién tiene el tesoro
y las treinta monedas de oro
para pagar los rizos dorados del cielo
cuando se duerme y descansa
el último lucero.

Cuánto vale el tiempo
que surca cada arruga en la frente
y en los ojos
la mirada ausente
flanqueada de abanicos que se abren
y se cierran
cuánto cuesta.

Cuánto vale el trino del jilguero
en el desierto.
Cuanto vale el silencio del desierto
en esta tierra llena de gritos
y lamentos.

Cuánto vale el tiempo
quiero comprarle
el sol caliente del verano
como regalo
al invierno.

Francisco Vila (Del libro de poemas "El Corazón del Tiempo")

3 comentarios:

helena dijo...

Querido Francisco
No sé cuánto vale el tiempo (si tuviera que cuantificarlo me perdería), pero sé lo mucho que valen tus versos; valen un descanso, una mirada, un llenar el alma de sosiego, un espacio aparte de todo lo demás.
Abrazos

mega dijo...

Hola Francisco, si tuviéramos que ponerle precio, no habría dinero suficiente para llenar los buenos momentos que nos regala, porque yo los malos los destierro, a mí también me gusta Saramago leerlo me relaja y me da paz, me ha encantado estos versos que le dedicas quizás el tiempo le permita leerlos, saludos.

Francisco Vila Fuentes dijo...

Helena, Mega, no podéis imaginaros el valor que le doy yo al tiempo que empleáis en visitarme.
Gracias y un beso (gracias a las dos y un beso para cada una).